Empezar una empresa es difícil. Hacerla crecer, aún más. Cuando el tiempo y el presupuesto escasean, muchas decisiones se toman rápido, con lo que hay. Y aunque parezcan menores, algunos errores al diseñar oficinas pueden salir muy caros más adelante.
Uno de los errores más silenciosos, pero costosos, es improvisar el espacio de trabajo.
En Visso, hemos acompañado a cientos de startups y pequeñas empresas. Y algo suele repetirse: la mayoría de los problemas en su dinámica diaria no viene por la falta de esfuerzo. Viene por decisiones mal planteadas desde el principio.
Espacios incómodos, mala distribución, soluciones temporales que se vuelven permanentes: todo esto impacta en la productividad, el ánimo del equipo y el crecimiento de la empresa.
Por eso, te contamos cuáles son los errores más comunes al armar tu oficina y cómo evitarlos.

1. Comprar lo más barato sin pensar en el uso real
Uno de los errores al diseñar oficinas es elegir muebles solo por el precio, sin considerar cómo van a ser en el día a día. Es decir, lo barato sale caro cuando:
- El escritorio se tambalea después de un mes
- La silla es incómoda o causa dolores de espalda
- El mobiliario no se adapta a cambios
Esto no solo afecta la comodidad: también reduce la productividad e impacta en la salud del equipo.
Solución: Piensa en el mobiliario como herramienta operativa. Invierte en muebles que te ayuden a operar desde el primer día:
- Sillas ergonómicas
- Escritorios modulares
- Accesorios ergonómicos
Elegir estratégicamente desde el inicio no solo mejora el presente, sino evita rediseños costosos en el futuro.
2. Usar muebles para casa en un entorno profesional
Sillas de comedor como asientos de oficina. Escritorios pensados para usos ocasionales. Mesas que no han sido diseñadas para soportar jornadas laborales.
Pueden parecer soluciones prácticas y económicas al principio, pero rápidamente traen problemas como:
- Incomodidad y malas posturas
- Falta de durabilidad
- Desorden por falta de conectividad
- Espacios desprolijos
Esto es debido a que los muebles de hogar no están diseñados para el ritmo de trabajo de una startup o empresa pequeña.
Solución: Elige mobiliario diseñado para espacios de trabajo: ergonómico, funcional y preparado para alto tránsito.
En la actualidad, existen opciones funcionales, estéticas y accesibles pensadas para empresas en crecimiento.
Invertir en mobiliario profesional no tiene que ser un lujo. Es una decisión estratégica que impacta en tu equipo y, por ende, en tu empresa.
3. No prever crecimiento
Hoy trabajan 2 personas, pero ¿y mañana? Muchas startups o empresas pequeñas se enfocan solo en el “ahora” al diseñar su oficina.
En consecuencia, cuando llega el momento de sumar integrantes al equipo, todo colapsa:
- No hay espacio para escritorios
- Faltan enchufes o sillas
- Las reuniones invaden zonas de trabajo
- El equipo pierde privacidad, foco y comodidad
Solución: Diseña con visión. Usa mobiliario modular:
- Escritorios que se puedan expandir
- Conectividad integrada
- Posibilidad de ampliar sin rediseñar todo
Un espacio de trabajo flexible ahorra tiempo y recursos cuando tu equipo empieza a crecer.
4. Improvisar la conectividad
Cables por todos lados. Extensiones sobrecargadas. Enchufes compartidos que generan problemas. Estos puntos pueden parecer detalles menores, pero en realidad son una fuente constante de:
- Accidentes y riesgo para el equipo
- Incomodidad al moverse
- Pérdida de tiempo
- Una imagen poco profesional
Es decir, la conectividad improvisada complica el día a día y es uno de los errores al diseñar oficinas que traba poder escalar.
Solución: Diseña tu oficina con la infraestructura adecuada, incorporando tecnología desde el inicio.
- Usa escritorios con puntos eléctricos y de red integrados
- Planifica la distribución para cada estación
- Evita extensiones
Un espacio de trabajo funcional mejora la experiencia del usuario. Es por eso que permite crecer sin rediseños forzados.

5. No considerar la dinámica del equipo
Sillas sin ruedas que limitan el movimiento, mesas mal ubicadas que interrumpen, falta de espacio para reunirse o guardar cosas. Todo eso resta enfoque, eficiencia y profesionalismo.
Además, un entorno mal planteado puede generar:
- Frustración
- Obstaculizar la colaboración
- Aumentar el estrés diario
Solución: Diseña tu espacio como si fuera parte del equipo. Tiene que ayudarte a solucionar y a operar.
Asimismo, es importante que te asegures de que cada elemento está pensado para favorecer el trabajo en conjunto, facilitar el movimiento y responder a necesidades.
¿Cuál es el costo real?
- Pérdida de tiempo valioso resolviendo problemas que no deberías tener
- Gastos duplicados por tener que reemplazar muebles mal elegidos
- Menor productividad por distracciones y desorden
- Mala imagen frente a clientes o socios
- Fatiga mental por tener que improvisar todos los días
Más allá del dinero, el costo real está en todo lo que tu equipo puede dejar de lograr por contar con mobiliario inadecuado. Una mala decisión hoy se multiplica en el futuro.
Tu oficina debería ayudarte a pensar, actuar y crecer. No ser un problema más.
En Visso, ayudamos a las startups y pequeñas empresas a diseñar espacios que operan bien desde el día 1, sin errores caros ni soluciones a medias.
Apostamos por entornos inteligentes y funcionales, que impulsan tu negocio en lugar de frenarlo.