La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud, que nos puede hacer sudar, estar inquieto, tenso o tener palpitaciones. Por ejemplo, puedes sentirte ansioso cuando enfrentas un problema difícil en el trabajo o antes de tomar una decisión importante.
Si bien la ansiedad puede ser temporal, para otros la sensación de miedo no lo es y puede ser abrumadora, afectando todos los ámbitos de la vida y el rendimiento en el trabajo.
Una de las causas probables de la ansiedad es porque sentimos que nos piden demasiado y que no disponemos de recursos para hacer frente a los solicitado.
¿Cómo nos afecta al momento de trabajar?
- Evitamos situaciones que nos provocan ansiedad como emprender nuevas tareas o retos dentro de la empresa. Por eso, cuando se propone una idea la primera reacción suele ser negativa, se perciben amenazas en lo nuevo y pocos recursos para hacerles frente.
Afecta a la capacidad de innovación en la empresa.
- Rechazamos proponer cambios, aunque puedan mejorar la situación actual. No se expone una idea por miedo a no hacerlo bien o porque los demás puedan rechazarla.
Esto lleva a situaciones de falta de iniciativa o de creatividad.
- También afecta a la toma de decisiones por el miedo a tomar decisiones equivocadas y que los demás puedan criticarlos.
Se opta por mantener un perfil bajo.
- La relaciones laborales también se ven afectadas, las críticas se toman de forma personal.
Se buscan culpables en lugar de las causas y soluciones.
«La Ansiedad disminuye notablemente la productividad y ganas de trabajar.»
La importancia de promover la salud y bienestar mental.
Lo primero, la ansiedad es una enfermedad mental y como toda enfermedad debe ser diagnosticada y tratada para poder recuperar a la persona.
Invertir en la salud mental en el lugar de trabajo tiene su recompensa, en un estudio dirigido por la OMS se estimó que por cada dólar invertido en el tratamiento de los trastornos mentales frecuentes genera cuatro dólares en mejora de la salud y la productividad.