El ruido visual es un término utilizado por profesionales en el ámbito del diseño para referirse a lo que nos resulta desagradable o incómodo estéticamente. Es esa sensación de rechazo o agobio cuando nos encontramos con un espacio recargado y donde no existe la armonía visual. Algunas de las áreas donde podemos encontrar ruido visual muy seguido son nuestras oficinas y estudios. Para poder realizar nuestras labores necesitamos muchas cosas: accesorios de escritorio, cables para nuestros electrónicos, muebles para almacenar todo lo que tenemos, y más.
Pero ¿sabías que tiene efectos negativos en nuestra mente? El ruido visual no sólo es un espacio que no combina y estéticamente es desagradable. Si es muy evidente, nos puede traer problemas de concentración, incrementar nuestro nerviosismo, afectar nuestros niveles de productividad, e impactar negativamente en nuestro bienestar en general.
Podríamos asumir que el ruido visual puede evitarse ordenando y organizando nuestro espacio pero, para acabar con él, no solo tienen que estar las cosas en su lugar, también tiene que haber equilibrio y armonía visual. A simple vista podrían pasar desapercibidos aquellos elementos que hacen que el ambiente desentone pero si prestamos atención, podremos empezar a identificar todo aquello que se puede modificar para hacer de nuestro espacio, el lugar ideal para inspirarnos y trabajar de manera óptima.
Identifica la fuente del problema
El primer paso es identificar aquellos elementos que pueden estar ocasionando el ruido visual. Si te detienes a observar podrás darte cuenta de aquellas cosas que desentonan en el ambiente. ¿Exceso de cables?, ¿Colores que no combinan?, ¿Muebles que desentonan?, como puedes ver, son varios los factores que entran en juego.
Categorías y más categorías
Es momento de categorizar todo lo que tienes, documentos, accesorios, cables, etc. Una vez que identifiques el propósito de cada objeto en tu espacio de trabajo te será más fácil agruparlos. Esto es importante para poder asignarles un lugar apropiado y mantenerlos fuera de nuestra vista para disminuir el desorden y así disminuir el estrés. Luego, opta por uno o dos muebles de almacenamiento, te puedes ayudar de cajoneras o estantes. Las cajoneras son perfectas para guardar los objetos de oficina que más usamos y los podemos tener al alcance. Los estantes, además de ayudarnos a almacenar todo lo que necesitamos, también sirven para exhibir los elementos decorativos que más nos gustan y le dan vida al lugar.
Elige un estilo de decoración
¿Te gusta lo sencillo? Entonces, puede que el estilo minimalista sea para ti. Si por el contrario, te gustan los espacios con mucha decoración y color, quizás el estilo boho es lo tuyo. No tienes que ser un experto en decoración, viendo algunas imágenes de internet sobre tu estilo de diseño preferido puedes identificar qué elementos decorativos y materiales puedes utilizar para que tu espacio tenga coherencia.
Por ejemplo, si decides que el estilo industrial es tu favorito, entonces un escritorio con base de metal y madera en un color cálido iría perfecto. Los puedes acompañar de estantes o cajoneras en el mismo tono del escritorio y complementarlo con alfombras de colores neutros y agregar cuadros negros y decoración de metal.
¿Una paleta de colores?
¡Así es! Este es uno de los factores más importantes al momento de crear armonía visual. Elige la paleta de color adecuada para el estilo de decoración que quieres seguir. Elige la que más te guste y aplícala en la pintura de las paredes, los elementos decorativos y el mobiliario. ¿No eres un experto en colorimetría? ¡No te preocupes! Basta con colocar en el buscador de Google el estilo de tu preferencia y la frase paleta de colores.
Ejemplo: Estilo escandinavo, paleta de colores.
Si sigues estos consejos, te prometemos que vas a lograr tener un espacio en armonía y donde te sentirás cómodo. Aliviarás la sensación de desagradable y podrás concentrarte sin problemas. Recuerda que un espacio decorado con intención y cuidado no sólo se verá bien, también te hará sentir pleno y a gusto.
